HACE MÁS DE VEINTE AÑOS, mientras predicaba del Evangelio de Mateo, di una de estudios sobre el carácter de los doce apóstoles. Los mensajes fueron extraordinariamente bien recibidos. Produjimos de esa serie un casete con , titulado Los del . A través de los años hemos transmitido por varias veces la serie completa en el Grace to You. Cada vez que lo ponemos en el aire, genera un cada vez mayor flujo de reacciones positivas de parte de la . Después de veinte años, ese casete sigue siendo una de las series más populares de lo que hemos producido.
Hace unos cuantos años, empecé 3 enseñar en nuestra iglesia el Evangelio de Lucas versículo por versículo. Cuando llegué 3 Lucas 6.13-16 (donde Lucas registra el llamado de Jesús a los Doce) prediqué una nueva serie de mensajes sobre los apóstoles. De nuevo, la reacción fue sorprendente y entusiasta. Mientras predicaba la serie, me di cuenta de que una generación completa había nacido y llegado a la edad de adultos desde que habíamos estudiado por última vez la de los discípulos. Esta generación se identificó con estos hombres en la misma forma en que sus padres lo habían hecho más de dos décadas antes.
Algunas personas que han prácticamente memorizado la primera serie dicen que siguen encontrando cosas sorprendentemente nuevas, relevantes y prácticas en las vidas de los discípulos. Con mucha rapidez la nueva serie se ha transformado en favorita por lo que la gente me empezó a insistir en que combinara todo el material sobre los apóstoles en un libro. No necesité que me insistieran mucho para hacerlo. El libro que tiene en sus manos es el resultado de esto.
Siempre me he sentido fascinado con las vidas de los doce apóstoles. ¿Quién no lo está? Los tipos de personalidad de esos hombres nos son . Ellos son como nosotros y como otras personas a las que conocemos. Son asequibles. Son personajes reales y vivos con los que nos podemos identificar. Sus defectos y debilidades, así como sus triunfos y características encantadoras, aparecen registrados en varios de los relatos más fascinantes de la Biblia. Son hombres a quienes de verdad queremos conocer.
Y esto se debe a que, en todo sentido, fueron hombres comunes y corrientes. Ninguno era reconocido por su erudición ni por su gran saber. No eran oradores ni teólogos. De hecho, vivían al margen de lo que era el sistema religioso de los días de Jesús, No sobresalían por talentos naturales o habilidades intelectuales. Por el contrario, todos eran proclives a equivocarse, a fallar, a tener actitudes erróneas, a que les faltara la fe y a experimentar amargos fracasos; y el mejor ejemplo de esto era el líder del grupo, Pedro. Incluso Jesús expresó que eran lentos para aprender y de cierta manera torpes espiritualmente (Lucas 24.25)
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