¡Y zas! Aquí estás de nuevo, queriendo por vigésima quinta vez. ¿Cómo dices? ¿Que estás hart@ de quedarte con cara de berenjena cada vez que en una entrevista de te preguntan aquello de Could you speak english? ¿Que estás deseando viajar a Londres y pedir de una maldita vez un almuerzo sin que el camarero te suelte «¡Vaya, otro paisano!»? ¿Que esta vez va en serio, de verdad de la buena, que estás empeñad@ y nadie te va a desanimar? Pues, con franqueza, puede que sí y puede que no, que ya se sabe que los gimnasios se llenan cuando se acerca el y las academias cuando comienza septiembre…
Algo de eso te suena, ¿no? Take it easy, don’t worry about that. Esta vez va a ser diferente. ¿No lo presientes? ¡Que sí, lo va a ser! Te vamos a ayudar para que lo consigas, ya lo verás. Con este te llevarás una sorpresa: te darás de que el del inglés es algo mucho más sencillo y divertido de lo que nunca imaginaste. Basta con que conviertas el proceso en algo cotidiano, que incorpores a tu diaria una de rutinas que ni siquiera son nuevas, pues muchas de las cosas que vamos a proponerte ya las haces… sin saberlo y sin sacarle provecho. Al final te sorprenderás ¡entendiendo las letras de tus favoritas!, ¡comprendiendo de una vez al tipo del Eurosport y la voz en off de los aeropuertos! ¡Uf, qué pasada darse cuenta de repente, después de años de frustración, de que SABES INGLÉS! ¿Quieres experimentar lo que se siente? Pues sumérgete en este libro… ¡y comienza a practicar ya!
Además: merece la pena. Por supuesto que sí, hablar inglés es algo muy positivo. Es el lenguaje universal, el que te va a sacar de apuros en cualquier esquina del globo. Y en muchos trabajos, lo mismo: los que no saben inglés tiene menos oportunidades que los que sí lo hablan. Es una “gracia”, pero es así, por muy bueno que seas o aunque estés más capacitado que tus contrincantes.
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